Francia. El Col du Tourmalet lleva el nombre de Jumbo-Visma. Jonas Vingegaard, todo un doble campeón del Tour de Francia, ha sido el ganador en solitario de la 13ª etapa de La Vuelta 23 en la mítica cima pirenaica tras 134,7 kilómetros y cuatro puertos de montaña, en una jornada donde el equipo neerlandés ha certificado su aplastante dominio.
Sepp Kuss mantiene el liderato por sexto día consecutivo y tanto el mismo Vingegaard como el triple vencedor de la carrera Primoz Roglic se ubican en las primeras tres posiciones de la general, tras la disputa de una etapa intensa en la que se ha vivido el hundimiento del vigente vencedor de la carrera, Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step). Quien se soltó en la subida al Col de Aubisque, faltando 90 kilómetros para la meta. Una situación bastante inesperada para la mayoría de los expertos y fanáticos del joven belga. Al menos muchos esperábamos verlo llegar con los mejores hasta el Tourmalet; sin embargo, esa batalla terminó mucho antes de comenzar.
Por delante solo pudieron aguantar Juan Ayuso, Enric Mas, el joven promesa del Bora Cian Uijtdebroeks, y por detrás se fueron soltando en esa ascensión al coloso del Tourmalet Marc Soler, quien estaba a 26 segundos de Sepp Kuss y era el que debía proponer algún ataque; por el contrario, se le vio sufriendo y terminó cortado junto con Mikel Landa (Bahrain), Vlasov (Bora-Hansgrohe), Hugh Carthy (EF-Education Easy Post) y Juan Pedro López (LDL Trek).
Enric lo intentó y lanzó un ataque en esos kilómetros finales, nada que un Sepp Kuss no pudiera controlar, haciendo ver su potencia y dotes de escalador con lo que fácilmente se marchó a su rueda y antes de coronar el Tourmalet metió un acelerón al que ninguno pudo seguirle. De esa forma tan portentosa le recortó casi 30 segundos a su compañero Vingegaard y por detrás a 3 segundos entraría Primoz Roglic cerrando el tridente que dejaba a los del Jumbo-Visma como los vencedores absolutos de la montaña y al parecer de esta Vuelta, apenas en su etapa 13.
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