“Mi carrera no ha sido un camino de rosas, ha sido un camino de piedras. Ningún año me he dormido, he estado siempre al pie del cañón dando los pasos que debe dar un corredor”.
De esta forma describía Diego Milán, su trayectoria como ciclista profesional. Este español quien a falta de oportunidades en la madre tierra, encuentra en la República Dominicana su primer equipo profesional, conversó con Pedalea 365.
REPRESENTANDO A SU BANDERA
Participó de cuatro mundiales con la selección española y a los 16 años, fue campeón de España. Incluso llegó a codearse con ciclistas como Chris Froome, Mark Cavendish y Tony Martin.
Con solo conocer de estas historias, sería normal pensar que su paso al ciclismo profesional sería fácil, mas no fue así. A pesar del éxito que estaba teniendo muchas puertas fueron cerradas. Siendo uno de los mejores Sub 23 españoles y tras haber ido al mundial de esa categoría en Stuttgart, Alemania, al que fueron solo 3 compatriotas (Benat Intxausti y José Herrada), tuvo que irse a Italia la buscarse la vida como ciclista.
LAS DESILUSIONES
Diego pasó por un período de decepción, tras sufrir el rechazo en su propia tierra pese a sus buenos resultados. La mayor desilusión se la llevó tras salir del Acqua & Sapone, donde nos relata que se le negó la oportunidad de correr pruebas de mayor nivel.
A falta de ofertas en aquella época donde habían muchos equipos regionales como el Euskaltel, otros en Andalucía y Galicia, no miraban el nivel del ciclista… sino eras de ese lugar no entrabas, comenta.
CAMBIOS RADICALES
A raíz de estos obstáculos en su carrera como ciclista, Diego decide mudarse a la República Dominicana con su familia y abandonar el ciclismo.
Al poco tiempo se realiza en el país caribeño una vuelta UCI Profesional y se animó a correr con un equipo local, enganchándose nuevamente con el deporte a la edad de 24 años. Desde ese momento llegaron oportunidades para correr carreras en Estados Unidos, Centro y Suramérica. Su buen desempeño lo llevó a integrarse en 2011 al equipo Caja Rural. “Volvía a un equipo profesional, pero a los tres meses despiden al director técnico que me fichó. Su reemplazo no me renovó a pesar de ser el corredor con más Top Ten de todo el equipo”, dijo.
Con esto, Diego regresa a Dominicana pasando a un equipo de categoría inferior, luego estuvo dos años en un equipo en Luxemburgo y se convirtió en campeón en el país que acogió como suyo en la región del caribe.
UNA NUEVA ERA
Para el 2015 nace el equipo Inteja con el apoyo de una constructora, donde Diego no solo es corredor sino que se involucró en la gestión del patrocinio y en profesionalizar el ciclismo, convirtiéndolo en un equipo Continental y en el primer equipo profesional en toda la historia de la República Dominicana.
La vida comenzaba a sonreírle a Diego, luego de los tropiezos a inicios de su carrera como ciclista. Es así como en el 2016 tras haber acumulado los puntos suficientes logró un puesto en los Juegos Olímpicos de Río, “fue lo más importante de mi carrera”.
Diego ha corrido en muchos países del Continente Americano, Marruecos, Turquía y casi toda Europa. Continúa corriendo con el Inteja a tiempo completo. Aún no deja claro cuándo llegará su retiro. Lo que sí reconoce es que quiere disfrutar de sus hijos cuando llegue el momento, ya que este deporte es muy sacrificado.
Una historia que inspira a seguir moviéndonos y crear nuestras oportunidades.